PROSTITUCIÓN, ¿CUESTIÓN DE GÉNERO?
Quizás en el manejo de este tema hemos cometidos errores
porque no hemos definido un punto de vista concreto sobre este dado que
juzgamos a las personas por su oficio y no por quienes son en sí, no sirve de
nada criticar esta profesión, porque eso es una profesión, si al fin y al cabo
no aportamos nada para cambiar este hecho que nos afecta a todos de una manera
directa o indirecta. Tal como dice Camilo Vallejo Giraldo “si vamos a girar
sobre un mismo tema, que tal si a cada vuelta le aportamos algo nuevo”, de nada
sirve quejarnos si no actuamos porque los colombianos estamos enseñados a quejarnos
para que otros solucionen nuestros problemas, que tal si empezamos a
apropiarnos de ellos y actuamos para cambiarlos. Ahora el problema que queremos
tratar es la búsqueda de una solución para el maltrato de género en la
prostitución el cual solo es una mínima cosa que debemos cambiar en este país.
Hay que tener algo muy claro en este campo hay gente que
escogió este camino por decisión propia, por gusto y otros por necesidad, pero
también están aquellos que están en este mundillo por obligación. Sí es por
decisión propia por qué alguien ajeno a ti, debe cuestionar lo que haces, peor
aún por qué si es una mujer quien escoge este trabajo es cuestionada a mas no
poder, pero si es un hombre quien elige pocos se atreven a cuestionar, si este
escoge este trabajo es porque es muy macho, pero si hablamos de ella es una
mujerzuela. Hoy en día nos llenamos la boca hablando de igualdad, pero la voz
del pueblo dice otra cosa, la igualdad empieza desde el pensamiento sin este
las acciones están vacías, de que nos sirve la igualdad de condiciones entre géneros,
sí de igual manera se va seguir criticando las acciones de las mujeres y de los
hombres, porque son ambos sexos los que se ven ubicados en la mira de todos.
Para las mujeres quizás ha sido más complicado pues nadie se
ha parado a pensar porque están ahí, los hombres las disfrutan y las mujeres
las critican son muy pocos los que meditan en este asunto y ven más allá de los
prejuicios; y es que esta profesión comenzó en Pereira hace 20 años; por ese
entonces desde temprana edad tenían que
mantener marido, padre, hermanos e hijos
mediante el café, pero la ruptura de un pacto que regularizaba los precios,
arruinó el negocio y estas mujeres se vieron obligadas a recurrir al negocio de
la prostitución. Si ellas fueron las que tuvieron que poner el pecho para sacar
a su familia de la crisis de ese entonces ahora porque se quejan si de una u
otra manera siguen sacando a sus familias con un arduo trabajo.
Nadie puede venir a decirme que la prostitución es un
trabajo fácil porque no lo es, o cuantos de ustedes está dispuesto a acostarse
con una persona por la que no sienten atracción y algo más grave que le provoca
asco, creo que la mayoría se negaría en rotundo pero estas mujeres lo aceptan
porque necesitan ese dinero para sacar adelante a sus hijos.
Tampoco me parece correcto que los hombres deban esconderse
para ejercer su trabajo, la mayoría o se vuelven travestis o trabajan en la
sombra porque esta sociedad aun no acepta que un hombre practique públicamente
la prostitución.
Pero qué hay de esas personas que están en ese mundo
obligados, eso tampoco lo pensamos y la
mayoría son niños y niñas que su propia familia venden, ya el problema se va
agrandando porque no solo se practica dentro de nuestra ciudad sino que son
vendidos para ser sacados del país y acá todo el mundo ve pero calla; nuestra
ciudad esta tal y como la describe Fernando Vallejo en su último libro, El don
de la vida (Alfaguara): "Este parque desdichado de mendigos, prostitutos,
prostitutas, chantajistas, estafadores, lustradores de zapatos, vendedores de
lotería, expendedores de droga, travestis, raponeros. Y un puesto de policías
bachilleres, que sirve para lo que sirven las tusas de las mazorcas y las tetas
de los hombres. Colombia perdió desde hace mucho el respeto a la ley y la
escupe a la cara. En fin, en este parque que digo las prostitutas son niñas y
mujeres; los prostitutos, niños y muchachos, y los raponeros, ladrones en otra
época de gafas y relojes, hoy arrancan teléfonos celulares”. Tal como se
expresa la policía solo está de adorno y es ahí cuando debemos preocuparnos, no
por los hombres y mujeres que deciden libremente dedicarse a este oficio sino
por mujeres y niños que están en esta situación obligados, amenazados, la
pregunta es ¿colombianos que vamos a hacer?, será que no hay solución, o es que
estamos mirando en la dirección equivocada, será que las prostitutas y los
prostitutos tienen la culpa o son aquellos grandes magnates que son los que
pagan por esto, y entre esos magnates
están altos dirigentes políticos, grandes ídolos del pueblo, a quien le estamos
siendo fan a esos mismos que arruinan nuestra sociedad.
Yo no estoy en contra de la prostitución como trabajo, estoy
en contra de que se esclavice mediante esta y mucho más en contra de todos esos
hombres y mujeres depravados que no les importa nada con tal de satisfacer su placer.
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